PRINCIPIOS DE FENOLOGÍA

Qué opinaría Vd, de un aparato que fuera capaz de registrar las temperaturas, la humedad, la insolación,... cada hora, cada minuto, cada segundo, a lo largo de los días, de todos los meses, de todos los años, y desde siempre. Qué después, fuese capaz de reducirlo a sus valores medios y representativos para cada lugar de la Tierra, por pequeño y particular que este fuese, y que tuviese en cuenta, la altitud, situación geográfica y estructura orográfica, que además, dispusiera de un potentísimo ordenador que procesase y elaborase esos miles de millones de datos,... Al final -¿Qué respuesta nos daría?-. Después de complicadísimos cálculos, nos diría:

Este es el momento para que brote la hierba o las diversas flores, para que salga el insecto que las fertilice, para que la culebra salga de su madriguera, sabiendo como sabe, que ha salido el insecto, para que la cigüeña sepa como sabe, que la culebra ha salido, y el lagarto, y la rana; y que puede volver a su nido porque tiene asegurada su supervivencia.

¡Que ordenador nos haría falta para integrar tantas y tantas variables!. En cambio la naturaleza nos lo da hecho y ahí está la hierba, la flor, el insecto, el reptil, el pájaro,... no en letras digitales, sino en el más claro e intuitivo de los letreros, el maravilloso dibujo en tres dimensiones que es la realidad misma, la maravillosa pero frágil naturaleza a la que hemos de cuidar y proteger.

El comportamiento de los animales y el desarrollo de las plantas evoluciona de forma natural, junto con el tiempo atmosférico desarrollándose o no respecto a las condiciones favorables o adversas de luz, precipitación, temperatura y viento. Por ese motivo las plantas no evolucionan todas en el mismo momento en una cierta región, ni las aves emigran, ni las flores se abren al mismo tiempo, todos los años, sino de acuerdo con el comportamiento acumulado de los factores meteorológicos de ese año, que se distingue de los demás como si de una huella digital se tratase.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) define la fenología, como el estudio de las fases de la vida de las plantas y animales en relación con el tiempo y clima. De la fenología, se pueden sacar consecuencias importantes relativas al clima y, sobre todo, al microclima, observando la fecha del comienzo de los diferentes fenómenos vegetativos, la migración de las aves, la aparición de los primeros insectos, o la floración de árboles y arbustos a lo largo del año, en una palabra, de todos cuantos datos puedan servirle de ayuda.

Los seres vivos se comportan como verdaderos aparatos meteorológicos vivientes, detectores y medidores de los valores acumulativos climáticos, que marcan en su desarrollo biológico el resumen del clima y el tiempo atmosférico.

Miles de personas, muchas de ellas agricultores, estudian, se divierten y aplican estos datos que les brinda gratuitamente la naturaleza, para conseguir una agricultura moderna, rentable y eficaz.

Es conveniente disponer de un cuaderno de observación con casillas adecuadas. Se deberá hacer referencia a fenómenos especiales, tales como lluvias excesivas, inundaciones, sequías, heladas, y también las incidencias fenológicas.

Las observaciones fenológicas en general, harán referencia a las plantas silvestres, aunque también pueden ser de gran utilidad las cultivadas por el hombre. Deben observarse preferentemente las que crecen en lugares normales, no excesivamente protegidos o soleados, huyendo de los fenómenos accidentales de una primera flor, sino, por el contrario, refiriéndose al fenómeno medio de esa primera flor, hoja, fruto, espiga, plagas, malas hierbas, o bien; referencias a la caída de la hoja de cada especie de árbol o arbusto, también; a las primeras o las ultimas aves migratorias, los primeros animales; su canto, su comportamiento, y cuantos fenómenos sean considerados de interés.

Es muy importante que en el cuaderno de observaciones se haga referencia al mayor número posible de datos fenológicos observados, por superficiales y poco importantes que parezcan. Los agricultores tendrán en el estudio y la comparación de las variaciones del año en curso, con los anteriores, nuevos caminos de seguimiento del cultivo y por tanto del comportamiento futuro de la planta; así mismo, nos va a proporcionar datos valiosísimos para la detección de enfermedades y plagas.

Para el control de éstas se debe anotar el nombre de la planta, animal que la produce y la fecha de su aparición. Después, si se desea un rápido y práctico procedimiento de comparación, se pueden hacer gráficos sencillos que nos resuman claramente el comportamiento del año respecto a los anteriores.

Este es el camino para el desarrollo de una agricultura efectiva, económica y natural, ya que deja bajo el control del agricultor el empleo de fitosanitarios, para los momentos en que éstos sean realmente necesarios.

Normas Fenológicas

Es verdaderamente importante la observación de las fechas de la puesta en marcha de los ciclos biológicos de animales y plantas para que sirvan de contraste con las plantas cultivadas por nosotros. El observador, deberá fijarse en las especies de su localidad y entorno más próximo, no sobrepasando un radio de unos 10 Km. siempre y cuando las condiciones sean uniformes en todo ese entorno.

Por tanto, deberán evitarse del contraste, zonas que sean particularmente especiales, como elevaciones o barrancos del terreno, que por sus condiciones y características pueden producir adelantos o retrasos del fenómeno típico medio, ya que no pueden considerarse representativas de la comarca que interesa.

La experiencia y una buena dosis de sentido práctico, le van ha mostrar cuales son los las especies más adecuadas para su seguimiento. Desde estas líneas no podemos ayudarles en este sentido, ya que van a ser distintas para cada comarca, cada región y su aplicación a cada cultivo.

Se podrán hacer referencias a la caída de la hoja o a la floración de cada especie de árbol o arbusto a lo largo del año, o bien, al paso de las primeras o las últimas aves migratorias. Se pueden hacer referencias también, a los animales, su comportamiento, su canto, mudas, pelecho, época de celo, ¿cuándo hacen el nido las aves?, ¿cuándo se observa la presencia de insectos por primera vez?, o ¿cuándo deje de observarse por algún tiempo y reaparezcan de nuevo?.

Es muy importante que, al menos al principio, se haga referencia al mayor número posible de datos fenológicos observados, por superficiales que parezcan. El estudio y la comparación de las variaciones del año en curso, con los anteriores, va a mostrar nuevos caminos para el seguimiento y comportamiento futuro de la planta.

De la misma manera, nos va a proporcionar datos valiosísimos para la detección de enfermedades y plagas. Para el control de éstas, se debe anotar el nombre de la planta, animal que la produce y la fecha de su aparición. Después, si se desea un rápido y práctico procedimiento de comparación, se pueden hacer gráficos sencillos, que nos resuman claramente el comportamiento del año respecto a los anteriores.

Referencias fenológicas.

A continuación damos la lista de plantas, aves, e insectos que se suele tomar comúnmente de referencia fenológica en España.

Árboles y arbustos: Abeto, avellano, abedul, acacia, acebuche, adelfa, álamo, alcornoque, aliaga (tojo), aliso, almendro silvestre, arce (falso plátano), brezo común, cantueso (lavanda), caroncha, castaño de indias, chopo, encina, enebro, esparto, espino negro (endrino), espino, espliego, espadaña, fleo, fresno, gamón, haya, hierba del ajo, hiedra, hiniesta escoba, jara pringosa, jazmín, jopillos, lentisco, lilo, lino, madroño, majuelo, melojo, mirto, morera, olmo, pino silvestre, piorno, rebollo, retama de tintoreros, roble, rosal bravo (escaramujo), salicaria, sauce, saúco, serval de cazadores, tusilago (uña de caballo), arándano (raspano).

Frutales: Albaricoquero, algarrobo, almendro, avellano, castaño común, cerezo, ciruelo, granado, higuera, limonero, mandarino, manzano, melocotonero, membrillero, naranjo, níspero, nogal, olivo, peral, vid,... Plantas cultivadas: Arroz, avena, cebada, centeno, garbanzo, girasol, guisante, haba, judía, maíz, patata, remolacha, tabaco, trigo,... Para las plantas cultivadas es conveniente citar especialmente el momento de la siembra, primeros brotes del suelo (nascencia), nudo de ahijamiento, primer nudo de tallo, zurrón, salida de la hoja (foliación), flores bien definidas (floración), espigado, producción de frutos, maduración, recolección, cambio de color de la hoja y caída de la hoja.

Aves: Abejaruco, abubilla, ánade rabudo, avefría, avión común, erceta, cigüeña blanca, codorniz, cuco, estornino, golondrina, grulla, oropéndola, pato cuchara, petirrojo, porrón común, porrón moñudo, tórtola, ruiseñor, vencejo,...

Insectos: Abeja, mariposa de la col,... Se pueden encontrar muchos trabajos referentes a diversos estudios fenológicos, siendo característicos: La floración y caída de la hoja del almendro; floración del albaricoque; caída de la hoja de la vid; el primer vuelo de la abeja; el primer vuelo de la mariposa de la col; la emigración de la golondrina, cigüeña, cuco y ruiseñor.

Estas respuestas de la naturaleza que marcan los retrasos o adelantos climáticos ayudan a muchas gentes que disfrutan del contacto con la naturaleza en un amplio y rentable número de aplicaciones: Agrícolas, ganaderas, apicultura, secaderos diversos.

En casi todos los países del mundo se siguen estas prácticas y en algunos, en que una determinada floración constituye su característica nacional, como el almendro en Japón, se trasmite por todos los medios de comunicación el día de la primera floración, pues ello marca la pauta de la futura producción de otros muchos cultivos, que no tienen relación alguna con la floración anunciada.

arriba^