DESCRIPCIÓN
DEL PLUVIÓMETRO

Nuestro
pluviómetro responde a las normas emitidas por la OMM (Organización
Meteorológica Mundial) y por lo tanto es un pluviómetro completamente
profesional y científico. Como tal, el procedimiento de medida consiste
en recoger la precipitación en una vasija adecuada, para posteriormente
ser medida mediante una probeta, cuya graduación está matemáticamente
relacionada con la superficie calibrada de recepción pluviométrica.
Hasta
aquí, nuestro pluviómetro podría ser semejante a cualquier
otro pluviómetro normalizado, pero tiene con ellos marcadas diferencias,
tanto respecto a su constitución física, como a su funcionalidad.
Cualquier
instrumento que ha de permanecer a la intemperie durante toda su vida, como sucede
en general con los de índole meteorológica, tienen un alto índice
de deterioro debido a la fatiga del material, que hace que las soldaduras no resistan
las continuas y extremas oscilaciones térmicas, especialmente cuando la
longitud total de las partes soldadas superan los 190 cm. como ocurre con algunos
pluviómetros, lo que implica una vida media muy limitada.

Otro
de los problemas que padecen los pluviómetros con soldaduras, es el error
debido a la incertidumbre que supone, no saber nunca con exactitud el momento
en que las imperceptibles grietas comienzan a producirse y con ellas las inadvertidas
e incontroladas pérdidas de agua, ni el tiempo en que se lleva arrastrando
ese error, lo que puede destrozar datos de suma importancia.
Todos
éstos problemas ahora han quedado perfectamente resueltos en "pluviometro.com"
fabricando los vasos, en una sola pieza, sin ningún tipo de soldadura,
pliegue o remache, en la mejor de las sustancias plásticas conocidas, de
gran fortaleza y larga vida; nos referimos al " policarbonato" (busque
sus características en la red), al que para mayor resistencia se le ha
dado un tratamiento contra la radiación ultravioleta, con lo que se garantiza
una vida extraordinariamente larga y un comportamiento inalterable ante cualquier
adversidad climática por extrema que ésta sea, así como una
extraordinaria resistencia a los golpes más rudos.
Los
ajustes se han calculado con una precisión cercana a la décima de
milímetro por dos motivos: Por una parte, para que los errores debidos
a la evaporación sean cero, y por otra, para que las posiciones incorrectas
de sus componentes sean imposibles.
La probeta forma parte
esencial del pluviómetro ya que está graduada en milímetros
de precipitación con una precisión ± 0.05 mm; fabricada en
poliestireno cristal transparente, mucho más resistente a los posibles
golpes, que las clásicas de vidrio. Ha sido calibrada en el Centro Español de Metrología (CEM), con resultados extrordinariamente exactos.

FUNCIÓN COMO TOTALIZADOR.
El diseño
exclusivo e innovador de nuestro pluviómetro lo hacen único por
su especial versatilidad que podríamos resumir en:
-
Posee un sistema mediante el cual se puede emplear cuando las precipitaciones
son tan copiosas que desbordan cualquier otro pluviómetro.
-
Se puede recoger y almacenar la precipitación durante largo tiempo, lo
que hace que podamos controlar con facilidad y economía, la precipitación
caída en lugares poco accesibles y/o alejados.
NUESTRO
PLUVIÓMETRO COMO TOTALIZADOR
Si desea utilizar nuestro pluviómetro como totalizador, por favor indíquielo al realizar el pedido.
Con lluvias
muy copiosas, ocurre en todos los pluviómetros normalizados, que a partir
de los 60 litros (nos referimos siempre a litros de precipitación, esto
es, a 1 mm por metro cuadrado, para más información ver: meteorología ), la vasija de recepción o colector se desborda, hecho poco preocupante
pues el agua que sigue fluyendo se deposita en el vaso inferior hasta unos 200
litros de precipitación, a partir de los cuales se desborda esta segunda
vasija, de tal forma que las precipitaciones superiores, no pueden ser medidas.
Estas precipitaciones generalmente infrecuentes, que no lo son tanto en ciertas
épocas y regiones, necesitan de aparatos de tipo gráfico, pluviógrafos,
cuyo precio y mantenimiento queda fuera de las posibilidades de un usuario medio.
1=Vaso
Superior. 2=Vaso inferior. 3=Vasija. 4=Aro calibrado a 200 cm2. 5=Tubito de salida
en el vaso inferior. 6=Topes cámara de aire. 7=Aletas de posicionamiento.
(Sus extraordinarios ajustes hacen imposible la inadecuada colocación de
la vasija 3). 8=Salida del vaso superior. (Los extraordinarios ajustes con la
vasija 3 impiden la posible evaporación ). 9=Tubo intemperie. (goma o plástico
común en el mercado). 10=Bidón (común en el mercado). 11=Soporte
de acero inoxidable.
Para cubrir esta función, hemos
dotado a nuestro pluviómetro de un sencillo sistema de totalización,
mediante el cual, todos los posibles excedentes de la vasija de recepción,
son conducidos por mediación de un tubo de goma, a un bidón de plástico,
de normal adquisición en el comercio. Estos pequeños bidones, tienen
la ventaja de poder ser intercambiados y transportados con gran facilidad, para
ser estudiado su contenido con toda precisión, ya que en el momento actual,
no solamente es necesario estudiar la cantidad de precipitación caída,
sino otras variables referentes a contaminantes o elementos extraños. Además,
este sencillo dispositivo tiene otro fin no menos importante, que es el de recoger
y almacenar la precipitación durante largo tiempo, lo que hace que podamos
controlar con facilidad y economía la precipitación caída
en lugares poco accesibles y/o alejados.
Esta función
la realizan en la práctica meteorológica, los aparatos llamados TOTALIZADORES, que están fabricados
en hierro galvanizado y son de grandes dimensiones y robustez, y cuyo deterioro
es muy rápido debido, sobre todo, a la solidificación en invierno,
del agua que han de guardar en su interior. Estos inconvenientes no existen en
el nuestro, ya que los bidones normales de plástico, ceden perfectamente
a los cambios de volumen de solidificación.
Para
su empleo como totalizador, hay que seguir unos pasos muy sencillos, los cuales
se especifican con todo detalle en el manual de instrucciones que se envía
con cada aparato, pero que resulta elemental por simple observación de
la figura. En esencia, se trata de perforar el pequeño tubito que hay en
el fondo del vaso inferior, y una vez colocado el pluviómetro en su soporte,
se acopla a un tubo de goma intemperie, asegurándolo mediante una abrazadera.
El extremo del tubo de goma se le hará entrar en el bidón, por un
orificio practicado, en el tapón.
Para dar una idea
del tamaño de estos bidones, diremos que en España son escasos los
lugares en donde la precipitación anual sobrepasa los 1000 mm (litros de
precipitación o litros por metro cuadrado), pues bien, estos 1000 mm llenan
exactamente un bidón de 20 litros.
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